‎"El suelo estaba lleno de piedras, algunas pequeñas, otras blanqueadas por el sol y pulidas por el viento. Ella con plácida calma observó, sintió la tibieza de la tarde en su cara, luego, se sentó sobre una gran piedra que sobre salía de las demás , encogió sus piernas y miró las nubes recortadas contra el cielo que formaban lentamente franjas de color violeta-rojizo. Más tarde se percató que su reflejo marcaba el agua"